Las protestas realizadas en el distrito de Cocachacra para detener la actividad de la minera Tía María han dejado un mal precedente para los inversionistas, situación que debe revertirse en pro de no paralizar el desarrollo de la provincia de Islay, que hoy es el centro de atención de varios inversionistas extranjeros.
Así lo dio a conocer Antonio La Torre, ex presidente del Círculo Mollendo, gremio que ayer celebró su 61 aniversario y que integra a 10 mil residentes de Islay en la provincia de Arequipa.
Así lo dio a conocer Antonio La Torre, ex presidente del Círculo Mollendo, gremio que ayer celebró su 61 aniversario y que integra a 10 mil residentes de Islay en la provincia de Arequipa.
“No se puede detener la inversión, estamos de acuerdo que se deben ejecutar proyectos con responsabilidad ambiental y humana, pero no podemos cerrarnos a los capitales privados”, comentó.
Recordó que proyectos como Tía María, la vía Transoceánica, la petroquímica en Matarani demandarán más de 5 millones de dólares en inversión y que traerán empleo, desarrollo y la posibilidad de mejorar la calidad de vida en las jurisdicciones que se ejecuten las obras, motivo por el cual la población debe concientizarse y si bien debe reclamar, debe buscar los caminos para evitar truncar las inversiones.
“Más de 50 mil pobladores de Islay podrán acceder en forma directa o indirecta a los beneficios que traerá la instalación de nuevas industrias, por ello, felicitamos la inversión pero también exhortamos a la ciudadanía a no encasillar todo lo que sea inversión privada como algo negativo”, señaló.
Fuente: Diario La Voz 30 de agosto 2010
