martes, 1 de marzo de 2011

En Piura hay unos 12.000 mineros informales de oro

La fiebre del oro transforma todo en Suyo, Las Lomas y Sapillica, tres distritos de las provincias de Piura (el primero) y de Ayabaca, en el norte del país.

Y no es para menos. El número de mineros informales que extraen oro en esas jurisdicciones creció en el último año de 7.000 a 12.000, según fuentes del Ministerio de Energía y Minas. En estos sitios el negocio de la minería informal se mueve así: los mineros extraen oro del subsuelo y luego lo venden a acopiadoras. Estas lo procesan en sus fábricas o lo llevan a Nasca (Ica). Algunos mineros procesan por su cuenta el material que contiene oro en quimbaletes y chanchas.

Para ello usan mercurio y cianuro, que les permite separar el metal precioso de la tierra. Los relaves también son vendidos a acopiadoras. Los problemas sociales generados por esta actividad ilegal son evidentes. En Suyo, por ejemplo, los bares, donde se ejerce el meretricio clandestino, son invadidos los fines de semana por mineros que bajan del campo en busca de diversión. En tanto, muchos de los jóvenes caminan armados, pues se dedican a custodiar a los capataces de las minas. Cabe recordar que la minería informal en esas zonas empezó en el 2003, luego de que pobladores de Tambogrande, en Piura, expulsaran a la minera Manhattan, que pretendía explotar oro. Cuando se enteraron de la riqueza de sus tierras, los pobladores comenzaron a buscar oro en las montañas, de forma artesanal.

Al inicio solo eran 300, informa la Oficina Técnica del Ministerio de Energía y Minas, en Suyo, que busca formalizarlos.

Fuente: Diario El Comercio, marzo 2011