Así como se ha llegado en Majes, y felizmente, a la tarea de realizarlo y acabar con décadas de espera, está claro que también está por arribarse a definiciones la inversión minera en Tia María o el acatamiento a presunta negativa de mayoría de población que pareciera estar en contra de lo que podría malograr el medio ambiente y lesionar agricultura.
El 7 de enero es la fecha fijada para una reunión clave entre las nuevas autoridades municipales del Valle de Tambo, el alcalde provincial de Islay y la mediación del Gobierno Regional de Arequipa para que se busquen fórmulas de entendimiento que posibiliten la deseada conclusión de un entendimiento entre la empresa Southern y el llamado Frente de Defensa de Tambo.
Es notorio que quienes postularon en elecciones últimas con la bandera del rechazo en mano, perdieron en las ánforas y resulta necesario comprobar si en verdad hablaban a nombre de mayorías o usurpaban tal condición y ahora proponen una consulta poopular, que tendría que ser necesariamente aceptada como vinculante por la Southern y acatada con respecto a si se debe hacer o no la explotación de la mina de Tia María, como punto básico de un acuerdo que supondría un estudio medio ambiental, revisado por técnicos extranjeros y nacionales que garantice el medio ambiente de Islay.
Sería también una especie de bálsamo sobre herida dolorosa y abierta que preocupó a todos y que arrastrará el pesar de haber ocasionado una muerte. El Pueblo, ha sido prudente en el tratamiento del tema y respetuoso de los afanes del gobierno central y del Gobierno Regional de Arequipa para encontrar soluciones.
A nuestra lectoría la citamos como testigo de un proceder en el que no hemos evidenciado ningún interés que no sea aquel que favorezca la difusión de las ventajas ofertadas en la inversión, y también las razones aducidas por los opositores. Creemos llegada la hora de decidir las cosas y la mejor manera será, y lo repetimos, sentarse en mesa y hablar como lo que somos, peruanos todos.
El final de la polémica sobre Tia María está por llegar y se espera conversación franca con nuevas autoridades y con una empresa que se muestre respetuosa de los requerimientos colectivos que garanticen buen ambiente para la agricultura y para la vida y salud de las personas.
Fuente: Editorial Diario El Pueblo, 27 de diciembre 2010
